jueves, 1 de octubre de 2015

La exposición selectiva o cómo ver sólo lo que uno quiere ver

La exposición selectiva es un fenómeno estudiado ampliamente por los psicólogos cognitivos y que nos hace más abiertos a recoger y aceptar aquella información que encaja con nuestras creencias y valores previos que a aquella que los contradice. Esto explica por qué elegimos unos telediarios, periódicos, libros... u otros, o por qué en un debate vamos a apoyar a quien defiende nuestras ideas sin siquiera escuchar al contrario por muy interesante que pudiera llegar a ser su planteamiento. 
Este proceso también afecta al momento en que estamos recibiendo el mensaje, ya que tendemos a distorsionarlo para que encaje con nuestras creencias previas, en otras palabras, di lo que quieras que voy a entender lo que me de la gana. Una prueba de esto se ve claramente cuando ante la frase de alguien, cada persona que lo escucha saca una idea distinta que puede variar desde la total aceptación de la misma hasta rasgarse las vestiduras ante semejante afrenta.

En 1979, los investigadores Charles Lord, Lee Ross and Mark Lepper seleccionaron dos grupos de personas uno a favor de la pena de muerte y otro en contra para un experimento sobre actitud polarizda (que es uno de los efectos de la exposición selectiva). Durante el experimento se les expusieron diversos estudios que concluían tanto a favor como en contra de la pena de muerte, y se les iba preguntando sobre el efecto disuasorio de esta pena para los criminales y si la información que se les estaba facilitando les influía en algún modo. Los investigadores se dieron cuenta de que los participantes tendían a creer que el estudio que apoyaba sus creencias previas era más convincente, más sólido y mejor ejecutado que aquél que se oponía a ellas. Es más, de alguna forma sus creencias iniciales habían salido reforzadas.

Esto ocurre en nuestro día a día, cuando sólo vemos ciertos informativos tachando a los otros de servilistas de una idea política concreta, cuando para apoyar lo que creemos buscamos sólo aquél estudio que nos favorece, cuando desechamos la idea del otro porque "está equivocado". Esto provoca conflictos que se polarizan rápidamente, a favor o en contra, blanco o negro, conmigo o contra mí...

Por ello, resulta fundamental ser conscientes todos tenemos esa tendencia a la exposición selectiva y que la única manera de desactivarla es practicando la escucha activa y la empatía, así como manteniendo una actitud flexible y dialogante. Feliz día caminantes.

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